
Un grupo de militares que hacía prácticas de tiro en los alrededores de Tarifa encontró a Turco vagando. Estaba herido. Le habían rajado el cuello para sacarle el chip antes de abandonarlo. Así sería imposible pedir responsabilidades. Estaba deshidratado y tenía golpes en el hocico. Los malos tratos le habían traumatizado y el perro era incapaz de ladrar.
LA ADOPCIÓN
Pero tuvo suerte. La historia de Turco la cuenta Finanzas.com en un artículo titulado 'El otro héroe de Haití'. Cristina Plaza Jorge, una soldado profesional de 22 años, vallisoletana, destinada en Ceuta, se hizo cargo de él.
Me llamaron los compañeros que lo habían rescatado. Sabían que me estaba costando adaptarme, que me sentía sola y le había dicho a todo el mundo que quería un perro. Me mandaron una foto por el móvil. Parecía pequeñito, aunque resultó ser un grandullón. Y estaba flaquísimo. Me enamoré. Crucé el Estrecho en el ferry, me fui a ver al veterinario de Algeciras donde lo habían dejado y me lo llevé a casa.Ver más sobre Turco.
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