


Este fin de semana me trasladé a mi campo
Padre Las Casas, un municipio de la provincia Azua, húbicado en el Sureste del país, un pueblito de gente buena y amigable, rico en agricultura, donde se cosecha café, guineo, tayotas, yautía, platanos, limón entre otros frutos y rubros de consumo masivo. Allí me reuní con familiares y amigos y compartimos de muchas cosas buenas como se suele hacer siempre que estamos con nuestras raices.
Las vacaciones son siempre disfrutadas a gran plenitud por los más pequeños, claro, los grandes tenemos que cuidarlos de todo mientras ellos se olvidan del mundo y se gozan hasta el último momento.
Pero es bonito ver como tus seres queridos se disfrutan esos momentitos que nos da la vida.
Gracias a nuestro Dios por darnos un fin de Semana Santa en tranquilidad.
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