Que este grupo, merced a la fusión de merengue, bachata y típico, alcanza niveles apreciables en consistencia musical, tonalidades, y colores nuevos para el merengue de orquestas bailables.
Lamentablemente los socios originales del proyecto no supieron asimilar el éxito inicial del grupo y ''se volvieron locos'', peleándose a destiempo por ''los frutos'' que se comenzaron a cosechar y dañaron lo que fue la importante primera etapa del grupo.
Los inversionistas del grupo terminaron en una especie de ''fiesta de los monos'' a ''rabazos limpios'', dando al traste y afectando uno de los mejores proyectos musicales de los últimos tiempos.
Ellos ya sin el manto protector de los inversionistas sin conciencia se han mantenido ''contra viento y marea'', cobijándose en plazas como la de Colombia y tratando de hacer lo posible por continuar imponiendo y poniendo de relieve su impronta.
Los escucho en la radio nueva vez con un tema en la línea que los ha identificado.
Siguen insistiendo y luchando en un terreno desigual, donde ''la cosa está pa' hombre'', y donde ni siquiera las orquestas del merengue tradicional más ''rankeadas'' pueden sonar y convertir un tema en éxito.
Pero independientemente de lo que con ellos suceda, para mí The Boss sigue siendo una de las mejores propuestas que se han hecho con el merengue ultimamente.
Un grupo juvenil, con buen criterio, con atributos que bien proyectados y mercadeados pudieran marcar la diferencia entre el ''ser y no ser''.
Fuente: merengala.blogspot.com
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