
Pero durante una visita hoy a su amigo Juanma López en el gimnasio José ‘Cheo’ Aponte de Caguas, Tito se vendó las manos y se subió al cuadrilátero para sudar un poco y demostrar que -aunque en el retiro- todavía tiene poder en sus manos.
El “culpable” de la gesta fue López, quien entre bromas y vellones sonsacó al ídolo de Cupey, para que hicieran ejercicios juntos. Trinidad y López, actual campeón pluma de la Organización Mundial de Boxeo (OMB), son buenos amigos y comparten a menudo.
“¡Cacho! Mira como estoy sudando”, comentó Trinidad, mientras golpeaba las guanteletas que le ponía en frente Alex Caraballo, entrenador de López. Aunque más pesado que cuando era boxeador -Trinidad marcó 192 libras en un pesaje de broma que le celebró el equipo de Juanma en el gimnasio-, el ex campeón welter, súper welter, y mediano conectó con certeza y poder las mascotas del entrenador.
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