
Ni el regreso de la profesora Nina a la Academia, presente en la histórica primera edición, ni el fichaje como presentadora de Pilar Rubio han sido alicientes suficientes para que captar la atención de la audiencia.
Desde el primer programa, las señales no fueron buenas. La gala inaugural fue vista 2,7 millones de personas (17,3% de cuota de pantalla) y, una semana después, Operación Triunfo cayó a su mínimo histórico: 2,1 millones (13,7%). La tercera edición fue todavía peor (12%) y, aunque en el programa del pasado lunes recuperó algo de audiencia (13%), Telecinco ha decidido no alargar más la vida de Operación Triunfo.
Ya la séptima edición arrojó cifras preocupantes: 2,5 millones de audiencia y 18,7% de cuota de pantalla, según Barlovento Comunicación; pero Telecinco pensó que la recuperación era posible. Fichó a Pilar Rubio y recuperó a Nina para amortiguar las ausencias del polémico azote de los concursantes Risto Mejide y de Jesús Vázquez. La fórmula, sin embargo, estaba agotada.
elpais.es
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