LOS ÁNGELES (AP).— Jerry Buss hizo una rara visita al complejo de entrenamiento de los Lakers de Los Ángeles la semana pasada, a donde llegó en un Rolls Royce púrpura con una placa personalizada que se refería a los 11 campeonatos que su equipo ha ganado con él como propietario.Buss tuvo algunas palabras tranquilizadoras para sus jugadores, quienes habían perdido el primer partido de la segunda ronda ante los Mavericks de Dallas.
El quinteto angelino perdió tres juegos más en los siguientes cinco días, debacle que sellaron con una humillante derrota por 36 puntos el domingo.
Sólo imagine la elección de las palabras que quizá Buss tiene planeadas para sus Lakers durante un extralargo verano.
Buss siempre toleró los grandes egos, las distracciones de Hollywood y las enormes cuentas por los impuestos de lujo, mientras que los Lakers fueran contendientes anuales por el título de la NBA. Ver mas